Mtro. Omar Rodrigo García Arias.
El pasado lunes 22 de agosto de 2011 el Ministro de Relaciones Exteriores de Georgia, Grigol Vashadze, vino a México (que junto con Brasil, y próximamente Argentina, son las naciones latinoamericanas donde cuentan con embajada) dictó una conferencia sobre el papel de su Estado en la seguridad internacional. Estimado lector, no pretendo hacer una crónica de la visita, más bien una reflexión sobre esta nación y la seguridad internacional.
Pareciera que Georgia, como mexicanos, nos es una nación o región alejada, sin embargo el Cáucaso como región petrolera es de suma importancia para el sistema económico internacional y sobre todo que en esta era la interdependencia no sólo significa la dimensión global de las consecuencias en las relaciones económicas entre estados, sino que cada vez se refiere a la compleja conexión de temas de seguridad y desarrollo como: seguridad energética, estabilidad económica y financiera internacional, intervenciones y cambios en Medio Oriente, etc.
Sin duda Georgia es un país con retos y oportunidades geoestratégicas. Georgia se encuentra localizada en latitudes muy geoestratégicas, puesto que está en la puerta que abre paso a Europa y al Asia, su cuenca con el Mar Negro y la cercanía al Mar Caspio son fundamentales para entender porque es importante el oleoducto Bakú-Tbilisi-Ceyhan (BTC) y por supuesto sirve saber, para entender esta cuestión de geopolítica, que este país próximo a la región del Caspio es relevante ya que en el Mar Caspio y zonas cercanas existe cerca de 20% de las reservas mundiales de petróleo. Lo anterior explica que Estados Unidos, a través de su relación con Georgia, intenta convertir el Cáucaso en zona de influencia para hacerse con el control del petróleo del mar Caspio y depender menos del inestable Medio Oriente.
Como una nación de reciente independencia, el 26 de mayo de 1991 resultado de la desintegración de la Unión de Repúblicas Socialistas Soviéticas, los temas de seguridad y prosperidad se posicionaron nodales para sus gobernantes. Por lo cual la diplomacia de Georgia se echa a andar en los organismos internacionales que le impactarán en sus metas.
Desde el 2006 Georgia ha adoptado un plan de ingreso a la Organización del Tratado Atlántico Norte (OTAN), pero a pesar de la disposición y acercamiento de Georgia con Estados Unidos, para la Alianza esta extensión a esa región es un proyecto delicado, ya que Rusia continúa manifestando sus determinaciones geopolíticas incluyendo al Cáucaso norte como una de sus zonas de influencia e interés que no piensa ceder ni a separatistas chechenos, ni a la OTAN o a Estados Unidos. Ejemplo contundente 2008, cuando Georgia perdió el control gubernamental de Abjasia y Osetia del Sur a razón del apoyo militar y político ruso, ahora estas naciones que ya tienen trabajo diplomático para que se les reconozcan sus independencias. Cabe mencionar que la Federación Rusa apoya a Abjasia para tener acceso al Mar Negro y a Osetia del Sur por el tránsito del oleoducto BTC.
“Tbilisi considera que las relaciones con Rusia son sensibles, necesarias y deben tomar un camino pacífico” (en voz de su canciller de relaciones exteriores) puesto que el intercambio comercial que Georgia mantiene con los rusos significa el 24% de sus exportaciones y el 14% de sus importaciones, pero también son argumentos por los que Georgia quiere diversificar su comercio e inversiones por lo que ha establecido reformas liberarles, por un lado con el fin de incrementar el flujo de dólares estadounidenses y por otro ganarse su integración plena a la Unión Europea, lo cual se considera difícil en el corto plazo al observar las presiones que tienen en Europa con Grecia, Italia, y España.
Finalmente, considero importante mencionar que uno de los problemas internos que ha implicado esfuerzos de Georgia, y en parte explica la visita del ministro, es que el crimen organizado transnacional afecta sus fronteras con Armenia, Turquía, Azerbaiyán y Rusia. No creo que la Iniciativa Mérida sea un modelo de seguridad compartida entre México y Estados Unidos que estemos orgullosos de exportar, pero ese es tema de otro artículo.