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lunes, 6 de mayo de 2013

LA INDUSTRIA AERONÁUTICA GLOBAL Y LA INDUSTRIA AEROESPACIAL Y DE DEFENSA ESTADOUNIDENSE.



LA INDUSTRIA AERONÁUTICA GLOBAL Y LA INDUSTRIA AEROESPACIAL Y DE DEFENSA ESTADOUNIDENSE. 

OMAR RODRIGO GARCÍA ARIAS



            En el 2008 las 50 mejores empresas mundiales del sector aeroespacial y de defensa realizaron las inversiones internacionales más altas de los últimos diez años. La motivación más importante de ese incremento es la búsqueda de manufactura a bajo costo. Sin embargo también hay un aumento significativo de las inversiones en Investigación y Desarrollo (R&D por sus siglas en inglés) incluyendo la adquisición de la ingeniería y del talento (capital humano) de diferentes partes del mundo[1].

Las compañías aeroespaciales y de defensa no permanecerían competitivas basándose únicamente en las fuentes nacionales de talento y mano de obra. En muchos de los casos estas empresas reclutan profesionistas, como es el caso de ingenieros y físicos de la India o China.

Así también, la globalización ha ampliado la base de clientes de las empresas aeroespaciales y de defensa y tiende a ser una de las industrias con mejores pronósticos a pesar de las crisis en EE.UU. y Europa. Esto a razón del mercado asiático que se estima crecerá un 70%, siendo el mercado más grande para los nuevos aviones comerciales[2].

De una manera llana podemos delinear tres criterios centrales para señalar el grado de inserción global de una empresa o sector económico de un país:

1.- Grado de Importación/ Exportación en relación con el comercio total de la industria nacional o del sector.
2.- Grado de producción costa afuera, ya sea esta de manera directa (IED) o a través de la cadena de suministro y valor.
3.-El grado de la globalización de la tecnología/ de contenido o talento (capital humano) presente en la dirección, administración y R&D.

Bajo los criterios anteriores veremos, en el cuadro 1.0, como Price Waterhouse Coopers (PWC) considera que la industria aeroespacial ocupa un octavo lugar dentro de las principales 15 industrias manufactureras globales:
  
Cuadro 1.0 Principales industrias manufactureras globales.
1
Computación
9
Petroquímica
2
Sustancias químicas básicas
10
Exploración y refinación de gas y petróleo
3
Farmacéuticas
11
Textil y confección
4
Equipos electrónicos
12
Metales básicos
5
Instrumentos y herramientas
13
Minería
6
Maquinaria y aparatos eléctricos
14
Otros equipos de transporte
7
Automotriz
15
Alimentos
8
AEROESPACIAL



El continente asiático no sólo aporta un capital humano destacado para la R&D o para la producción en la industria aeronáutica, sino que también ha incrementado su demanda de aviones nuevos, como reflejo de dos factores de influencia: 1) el incremento en los ingresos per cápita de muchas naciones de la región y (2) por la atracción de extranjeros por la cultura y negocios disponibles (en tanto incluimos paisajes, gastronomía, cultura, pero también los factores competitivos, como tratados comerciales, infraestructura para la producción y comercialización, etc. que permiten el desarrollo de empresas multinacionales en Asia Pacífico)

La demanda de nuevos aviones para Asia Pacífico  es del 35% de la demanda global, como denota el gráfico 1.0 sobre el valor de entrega en el periodo de 2008-2028.

Gráfico 1.0

Después del 11 de septiembre del 2001 las operaciones de transporte aéreo civil se vieron afectadas; hubo reducción de operaciones, mayores regulaciones, menores inversiones, incluso fusiones de aerolíneas y empresas de la aeronáutica.

Ante ello, hubiéramos supuesto un desplome en ese sector, sin embargo la industria aeroespacial y de defensa (A&DI) modificó su producción para mantener costos pero logró estabilizar sus finanzas con las ventas derivadas de los incrementos globales de los presupuestos militares. Las condiciones de seguridad mundial y aérea contribuyo a elevar la R&D aportando nuevos modelos de aviones comerciales y de defensa. La modernización de las aeronaves comerciales con mayores estándares de seguridad elevó las ventas, sobre todo con la ampliación de líneas aéreas de Asia Pacífico y de las de bajo costo en todo el mundo.

En México la industria aeroespacial y de defensa en nueva, pero hay un impulso importante para la maquila de empresas estadounidenses, canadienses y francesas. “México atrajo US$1.150 millones en inversión extranjera para el sector aeroespacial en 2010, el monto más alto entre todos los países por segundo año consecutivo, según el gobierno mexicano. El país ahora exporta unos US$3.500 millones en equipos aeroespaciales al año, según la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial, lo que clasifica al país en el décimosegundo lugar en el mundo”.[3]



Para el 2008 la industria aeroespacial contabilizaba ingresos por 450 mil millones de dólares. Los Estados Unidos son el principal país en la industria aeronáutica generando ingresos por 204 mil millones de dólares, lo que representa un 45.3% del total mundial.
Ver gráfico 2.0.
  
Gráfico 2.0 Ingresos de la Industria Aeroespacial en 2008, por país en miles de millones de dólares.



La industria aeroespacial y de defensa es de suma importancia para la economía de Estados Unidos. Ilustrado en el gráfico 3.0, en términos regionales el top 100 de esta industria está concentrado en América del Norte que concentra el 63.1% de lo facturado en 2011.


Gráfico 3.0 Ingresos del top 100 de la Industria aeroespacial y de defensa por región (%)  

De las 100 principales empresas de la A&DI son 20 las que concentran el 76.6% de las ganancias. Entre ellas la colocada como número uno es la estadounidense BOING que en 2011 ingresaba $68.7 mil millones de dólares y sus ganancias equivalían a $5.84 mil millones de dólares. Boing adquirió en 1997 a la empresa McDonnell Douglas y desde entonces es la única empresa manufacturera estadounidense de grandes aviones civiles (LCA- Large Civil Aircraft) que son aviones con más de 100 asientos o su equivalente en carga y capacidad. Boing duplicó sus ingresos de 2006 a 2011, para ser exactos en 5 años Boing multiplicó 2.4 veces sus ingresos de 28.5 mil millones de dólares del 2006.

Se estima que la industria aeroespacial y de defensa en Estados Unidos empleó directamente a casi un millón trabajadores en 2010. Estos trabajadores recibieron $ 84.2 mil millones en sueldos y pagaron $ 15.4 mil millones en impuestos federales sobre la renta y $ 1.9 millones en impuestos estatales sobre los ingresos individuales. Del PIB de EE.UU. 2.23% es generado por la industria aeroespacial y de defensa.[4] 

El gobierno federal emplea cerca de 845,198 trabajadores de la industria aeroespacial y de defensa especializado en mantenimiento de las fuerzas armadas y los depósitos de reparación, Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA), la Federal Aviation Administration (FAA), otros organismos de defensa, incluyendo la Agencia de Proyectos Avanzados de Defensa de Investigación (DARPA) y civiles que trabajan en el Departamento de Defensa. Se estima que el efecto multiplicador de la A&DI emplea de manera indirecta cerca 3.5 millones de empleados sin incluir las aerolíneas.[5]

Las  grandes empresas de la industria aeroespacial y de defensa de los Estados Unidos tienen en el grueso de sus ingresos dos bloques de clientes principales:
1.- El gobierno de EE.UU: Departamento de Defensa, NASA, CIA, etc.
2.- Aerolíneas comerciales nacionales y mundiales.


El presupuesto de defensa es absorbido en gran parte por aquellas industrias del complejo militar-industrial, y dentro de ellas la A&DI es de suma importancia para la economía, como vimos el número de empleos, impuestos e ingresos que genera.

Aunque Estados Unidos parece predominante en términos de número de empresas, ingresos y ganancias, producción y ventas en la industria aeroespacial mundial el hecho es que la propia globalización ha diluido esa supremacía y ventajas para la economía estadounidense. Kawasaki Heavy Industries (KHI) es un socio estratégico japonés de Boing, aunque pequeña empresa figura dentro del top 100 mundial y ayuda a desarrollar varios modelos de Boing como el 777 y el 787; suministra componentes tales como fuselaje, paneles, puertas y para el 787 principalmente el tren de aterrizaje y la sección delantera del fuselaje. KHI generó en 2004 ingresos por 2.35 mil millones de dólares, y obtuvo ganancias de 89 mil millones de dólares. Como el caso de KHI hay muchas empresas de la industria aeroespacial y de defensa que están generando R&D, talentos, y empleo nacionales a costa de las cadenas de valor estadounidenses, con lo que se disuelve el efecto multiplicador que el presupuesto para la defensa derrama sobre las empresas estadounidenses del A&DI.



En épocas de crisis, como la que vive la macroeconomía de EE.UU. es relevante que el número de empleos creados en para producir aeronaves civiles o militares de compañías estadounidenses se está colocando en otras partes del mundo, sobre todo en Asía Pacífico. Aunque de mayor énfasis, me parece, es el esfuerzo de otras naciones para desarrollar capital humano, la alta calidad de la mano de obra y vincular las universidades con los parques industriales y laboratorios de tecnología de punta: estos elementos son atractivos para las industrias estadounidenses, incluso mucho más que simplemente hablar de los costos salariales, hay un momento en que la mano de obra aún siendo barata no es lo primordial para las empresas, en especial cuando se trata de tecnologías seguras y de complejidad para satisfacer demandas de transporte y de seguridad nacional, y ese es el caso de la industria  aeroespacial y de defensa estadounidense, se juga un detalle geopolítico: la hegemonía desde el punto de vista militar.


   
   

sábado, 1 de diciembre de 2012

SEGURIDAD TRADICIONAL Y SEGURIDAD HUMANA EN EL SISTEMA INTERNACIONAL DEL FIN DE LA GUERRA FRIA A GEORGE W. BUSH.



SEGURIDAD TRADICIONAL Y SEGURIDAD HUMANA EN EL SISTEMA INTERNACIONAL DEL FIN DE LA GUERRA FRIA A GEORGE W. BUSH.














OMAR RODRIGO GARCÍA ARIAS.

“Si quieres fingir desorden para convencer a tus adversarios y distraerlos, primero tienes que organizar el orden, porque sólo entonces puedes crear un desorden artificial.”

Sun Tzu
(Escritor de geoestrategia aprox. 500 a.C.)


El fin de la Guerra Fría sirvió de marco para que, a través de una visión más amplia de la seguridad internacional,  se vincularan los imperativos de desarrollo y bienestar de las personas. Así se empezaron a tratar estos temas en la agenda internacional con mayor vigor desde el seno de la ONU:

·                    Cumbre mundial a favor de la infancia, NY 1990
·                    Conferencia de Naciones Unidas sobre medio ambiente y desarrollo, Rio 1992
·                    Conferencia mundial sobre los derechos humanos, Viena 1993
·                    Conferencia internacional sobre población y desarrollo, el Cairo 1994
·                    Cumbre mundial sobre el desarrollo social, Copenhague 1995
·                    Cuarta conferencia mundial sobre la mujer: acciones para la equidad, el desarrollo y la paz, Beijing 1995
·                    Conferencia de las Naciones Unidas sobre los asentamientos humanos, Estambul 1996
·                    Cumbre del milenio, NY 2000
·                    Convención de Naciones Unidas contra el crimen transnacional organizado, Palermo 2000
·                    Conferencia mundial contra el racismo, la discriminación racial, la xenofobia, y la intolerancia, Durban 2001.

Es substancial señalar que en la década de los 90´s los presupuestos para la defensa en muchos países del mundo disminuyeron, significando avances importantes en materia de desarme, así tenemos que se llevaron acabo tratados y convenciones en esa materia:

ü    Tratado sobre fuerzas convencionales en Europa, 1992
ü    Tratado de cielos abiertos, 1992
ü    Convención sobre armas químicas y toxinas, 1993
ü    Tratado sobre reducción de armas estratégicas, START I, 1992.



El Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) aporta en su Informe sobre desarrollo humano, de 1994, el concepto de Seguridad Humana (uno de los precursores de este tema fue George Nef) que como se puede deducir son las personas las que están en el centro de la protección ante las vulnerabilidades y la inseguridad. Por ende, se desglosan fuentes de atención como:

o        Seguridad económica: la asignación y mejoras de los ingresos económicos necesarios para cubrir las necesidades básicas, poniendo énfasis en el combate al desempleo, por considerarlo como raíz de la tensión política y violencia.
o        Seguridad alimentaria: aquella que se preocupa tanto por la distribución, como por el acceso físico y económico a los alimentos,  y comida nutritiva.
o        Seguridad en materia de salud: la prevención, protección y atención de las personas frente a la gama de enfermedades, implica retos de infraestructura para la atención médica, disponibilidad de medicamentos y recursos humanos especializados, acceso a información y mejora en condiciones sanitarias para la prevención de infecciones, etc.
o        Seguridad ambiental: vista desde una perspectiva global de relación humanidad-planeta en la que ambos se agraden de un modo u otro, como un efecto reflejo: proteger a las personas de las acciones catastróficas de corto o largo plazo de la naturaleza sobre el hombre y conservar el medioambiente para que las afectaciones no sean ruinosas para la humanidad.
o        Seguridad personal: esta se refiere a la protección de las personas de aquella violencia física del Estado o ejercida por otros Estados, así como de sub-actores estatales, incluye la preocupación de las muertes por accidentes de tránsito y el crimen.
o        Seguridad política: es lo relativo al aseguramiento de la sociedad en su goce pleno de los derechos humanos y políticos.



Como podemos ver, curiosamente la noción de seguridad humana no surge del Consejo de Seguridad, que hubiese sido lo lógico por ser el órgano que por naturaleza le competía su creación y esto es positivo, porque también explica la amplia participación de la comunidad mundial en temas importantes que se podrían haber vuelto urgentes si sólo se veía desde una perspectiva tradicional a la seguridad internacional. Para entender un poco más el argumento, en el siguiente cuadro vemos el comparativo del espectro conceptual de la seguridad tradicional y de la seguridad humana:

§     Surge en el contexto de la guerra fría.
§     Noción estado-céntrica, demandas de la nación: protección de las fronteras, el pueblo, y las instituciones.
§     Hay una clara división entre lo que compete a la seguridad interna y a la seguridad externa.
§     Las amenazas principales proviene de una agresión del exterior, y de los opositores al régimen en insurgencia interna.
§     El Estado es el actor unitario, el gobierno es responsable de la toma de decisiones, recursos y ejecución de las estrategias.
§     Descansa en las capacidades ofensivas y militares, puede derivar en armamentismo acelerado, formación de alianzas militares, disuasión, etc.
§     Surge en el contexto de la post guerra fría.
§     Propone la necesidad de promover el bienestar de las personas.
§     Se diluye la línea de división entre la seguridad interna y la seguridad externa.
§     Hay una serie de amenazas domésticas muy amplias: que incluyen la contaminación ambiental, las carencias económicas, las enfermedades contagiosas, la intolerancia racial, el terrorismo, etc.
§     Invita a esfuerzos conjuntos de numerosos actores, entre nacionales e internacionales, estatales o civiles, para esos  objetivos de seguridad humana indiscriminadamente de quién convoca.
§     Reside en el fortalecimiento de los pueblos y personas por medio de su habilitación (empowerment).



Cabe mencionar que hay dos grandes acepciones sobre la seguridad humana: la maximalista y la minimalista. Observamos que el trabajo de PNUD pertenece a la visión maximalista pues expande el catálogo de amenazas y agravios de las personas que no son liberadas de sus carencias y del conflicto. Sin embargo la definición minimalista pretende limitar la seguridad humana a una práctica de protección de las personas ante los conflictos violentos, entiéndase como reducirlo a la seguridad de las personas, y esta perspectiva coincide con los análisis y estudios que el Human Security Report nos aporto en su panorama de 2005.   

Anticipadamente, en un discurso del 6 de marzo 1996, Clinton había enumerado las amenazas a la libertad y de Estados Unidos, pretendiendo implantar una agenda internacional de acción frente a sus nuevos enemigos y que la comunidad internacional también debía identificar:

·                    Retractores del proceso de paz en Medio Oriente;
·                    La violencia étnica y religiosa;
·                    La potencial agresión de los “Estados bribones” (rogue states) como Libia, Irán, Irak, Siria, etc,
·                    La proliferación de armas de destrucción masiva;
·                    El terrorismo;
·                    El crimen organizado;
·                    El narcotráfico; y
·                    La depredación ambiental

Como sea, las preocupaciones de Clinton y de Estados Unidos en ese momento eran más amplias, en parte, porque no había una preocupación suprema como fue la contención al comunismo.

Más tarde, tras los atentados terroristas del 11 de septiembre 2001 (9-11), se redefine la agenda de seguridad internacional y el terrorismo viene a ocupar una de las preocupaciones principales, aún cuando hay problemas que se han vuelto urgentes y no deben descuidarse otros.

La visión minimalista fue favorecida por los sucesos del 9-11, para algunos es positivo que, por lo menos, exista esta visión de preocupación por la seguridad de las personas y no todas las acciones de la agenda internacional se basen en terrorismo.

Sin embargo, los retos que tenemos en cuanto a la seguridad internacional siguen siendo las mismas amenazas antes del 11 de septiembre del 2001, e indudablemente se tienen que garantizar medidas y soluciones concretas, durables y costeables, sin dejar de anticipar otros conflictos o sucesos lamentables para la seguridad internacional.

En este sentido se han dado los esfuerzos por regresar a la mesa ejecutiva la visión maximalista de la seguridad humana, después del 11 de septiembre, el más destacable de estos es el que dio a conocer la Comisión de Seguridad Humana (el 1 de mayo de 2003, respondiendo a la convocatoria del entonces secretario de Naciones Unidas Kofi Annan) y sus recomendaciones giraban en relación a estos temas, que nos recuerdan al concepto de seguridad de las personas compaginado con los Objetivos de Desarrollo del Milenio:

·                     “Protección de las personas en conflictos violentos,
·                     Protección de las personas frente a la proliferación de armamento,
·                     Apoyo a la seguridad de las personas que se trasladan
·                     Establecimiento de fondos de transición para la seguridad humana en situación post-conflicto,
·                     Alentar un comercio y un mercado justos en beneficio de las personas en condiciones de pobreza extrema,
·                     Tratar de proporcionar niveles de vida mínimamente aceptables en todas partes,
·                     Conceder mayor prioridad a garantizar un acceso universal a la salud,
·                     Elaborar un régimen mundial eficiente y equitativo de los derechos de patente,
·                     Potenciar a las personas a través de la impartición de educación universal, y
·                     Aclarar las necesidades de una identidad humana mundial, respetando a la vez la libertad de los individuos de tener diversas identidades y afiliaciones”[1]

A pesar del proposito de lo anterior, y paradójicamente,  el terrorismo se coloca como la principal amenaza a la seguridad humana, aunque no existe un consenso en la definición del mismo terrorismo[2] y es que la agresión a la invulnerabilidad de los Estados Unidos en su territorio posicionó al terrorismo en sus preocupaciones fundamentales de seguridad, detonando leyes para su sistema de seguridad e inteligencia, que impulsaría a otras naciones y organizaciones regionales a esfuerzos similares.

En 2002 y 2003 los regímenes internacionales como MERCOSUR, ANSEA, APEC advirtieron en sus agendas de trabajo declaraciones y políticas comunes contra el terrorismo y para frenar algunos aspectos de la proliferación. Esas organizaciones regionales se comprometieron a intercambiar entre sus miembros información y capacitación contra terrorista.

Recientes los acontecimientos del 11 de septiembre 2001, también en los panoramas nacionales la óptica de la amenaza terrorista (lo peor es la discrecionalidad del Estado nacional o de Estados Unidos para definir que grupo o quién es terrorista) y el reforzamiento de los servicios de inteligencia, involucraron  la incorporación de legislaciones antiterroristas en diversos países del mundo.

Ejemplo de lo dicho en el párrafo anterior: en Australia la Ley anti-terrorista 2005, autoriza la detención de individuos por la mera sospecha de apoyar o pertenecer a un grupo terrorista; en Alemania 2002, la ley Otto Katalog demanda el acceso de la policía y los servicios de inteligencia a bases de datos compartidas, instituye como delito el apoyo a grupos terroristas y se dotan a las instituciones de facultades judiciales para controlar grupos religiosos y asociaciones; en Francia la Ley 1062 de 2001 tipifica como delito el financiamiento al terrorismo, permitiendo confiscar bienes y propiedades a personas físicas y morales relacionadas con acciones terroristas. Podemos concluir que con este tipo de leyes  y con la lucha global contra el terror existe un peligro para las libertades individuales y políticas de las personas e incluso de algunas sociedades.

En la Estrategia de Seguridad Nacional (20 de septiembre de 2002) George W. Bush destaca elementos polémicos para velar la seguridad de su país:

Ø    La prevención; abre la posibilidad del ataque preventivo a los amenazadores de Estados Unidos o a sus aliados, sean estos grupos terroristas o Estados bribones.
Ø    El unilateralismo; ante la inconveniencia de soluciones multilaterales Estados Unidos puede actuar de manera individual.
Ø    Fortaleza sin desafíos; La superioridad y fortaleza militar disuasiva sobre cualquier país o grupo terrorista contrario.
Ø    Promover la democracia, la libertad, y la seguridad en todas las regiones.
Ø    Promover el desarme
Ø    Contar con los mecanismos adecuados para manejar las consecuencias; es aquí donde se dispone la creación del Department of Homeland Security[3]

El 27 de Noviembre del 2002 el legislativo y ejecutivo estadounidenses crearon la Comisión nacional de investigación sobre los acontecimientos de 11 de septiembre (ley 107-306) y llegaron a la conclusión de que: las instituciones involucradas en la seguridad nacional, fronteriza y en la aviación civil no se coordinaron, ni entendieron la gravedad de la amenaza, además de no ajustar sus políticas y planes para persuadir y salir de la situación a salvo.



La Estrategia de Seguridad Nacional fue diseñada, entre otras cuestiones de seguridad, para argumentar la invasión a Irak en 2003, esto por lo ligado y estrecho de los argumentos que Estados Unidos recolecto; el supuesto vínculo de al-Qaeda con Saddam Hussein en el que la existencia de armas de destrucción masiva en Irak y su posible uso en ataques terroristas hacia intereses o territorio de Estados Unidos ameritaba una acción de ataque preventivo en el marco unilateral o multilateral (que por la oposición de Rusia, China, Francia y Alemania a una acción previa al reporte de UNMOVIC, propició un rompimiento relativo hasta con la OTAN). 

Por lo mismos atentados, que desplomaron las Torres Gemelas del WTC en Nueva York, Estados Unidos logró tener un margen de aceptación muy amplio para la “guerra contra el terrorismo” en Afganistán, Washington hizo una campaña mundial muy efectiva en la que la diplomacia, bilateral, regional, y multilateral obtuvieron el respaldo en la operación “Justicia Infinita- Libertad Duradera”.



Empero, los Estados Unidos, quisieron estirar ese bono o cheque en blanco para cobrarse con Irak respaldados por la comunidad internacional y sus Estrategia de Seguridad Internacional. Afortunadamente, los intereses energéticos de Estados Unidos salieron a relucir: Con el señalamiento de la experiencia de Cheney en el sector petrolero y cómo vicepresidente de George Bush padre, que en esa administración no perpetraron el derrocamiento de Saddam en la Guerra del Golfo en 1991 y esta ocasión no desaprovecharían la oportunidad, después de todo George W. Bush  tenía el respaldo del congreso y de un presupuesto militar pavoroso. También es cierto, que la crisis económica de Estados Unidos (que se agravó en 2001) y su economía de guerra no se reactivaron, lo suficiente, con la guerra con los Talibán en Afganistán. Así que “terrorismo” debía ser garantía de botín e Irak era el primero de esos trofeos.

Naciones Unidas, quedo nublada ante la desafiante actitud de EEUU, que previamente a invadir Irak se veía que, con o sin una resolución de la ONU, estaban determinados a actuar. Todavía en un esfuerzo por llamar a los esfuerzos multilaterales, y retomar un liderazgo y vigencia en garantizar la seguridad mundial, se presentó un documento llamado “Un mundo más seguro: La responsabilidad que compartimos”[4] que propuso seis grupos de amenazas que debían preocupar al mundo:

  • Guerras entre los Estados;
  • Violencia dentro del Estado, conclusión de guerras civiles, abusos en gran escala de los derechos humanos y genocidio;
  • Pobreza, enfermedades infecciosas y degradación del medio ambiente;
  • Armas nucleares, radiológicas, químicas y biológicas;
  • Terrorismo; y
  • Delincuencia transnacional organizada.

Sin duda para EE.UU., antes de Irak, la amenaza global ya estaba identificada. Semejante a la guerra fría, donde “Occidente Capitalista” planteó al comunismo como la amenaza mundial, ahora se haría lo referente con el terrorismo (se reemplaza, pero también sirve como adjetivo para discriminar a la migración ilegal, a los movimientos de liberación nacional, a las redes con fines sociales de acción global, etc.) Pragmáticamente los Estados Unidos consideran que el combate al terrorismo tiene que darse desde varios frentes: político, militar, económico, social e ideológico. Recordemos que la lucha contra el comunismo desató una carrera armamentista, lo mismo se aprecia con el efecto que tiene el terrorismo en los gastos militares.

De acorde a lo anterior, tenemos que en 2005  el presupuesto militar global fue de 1001 millones de dólares, una cifra equivalente al 2.5 por ciento del producto mundial bruto, significando un aumento de 3.4 por ciento con respecto al 2004, y si se observa el crecimiento de 1996 a 2005 este corresponde a el 34%, el responsable de este armamentismo acelerado son los Estados Unidos; en parte porque en el 2005 ellos participan con 48% del gasto militar mundial; la otra razón es que Estados Unidos  es un factor que empuja a los demás países a seguir su conducta armamentista, al decir de que la compra y gasto es para reducir la brecha entre EE.UU. y otras naciones, por no ser deseada estratégicamente. 

También se considera que el incremento de los precios de los hidrocarburos, dio recursos adicionales a países petroleros que  lo que hicieron fue financiar sus compras y gastos militares (se refiere a países como Argelia, Azerbaiján, Rusia y Arabia Saudita). Pero también creo, estamos hablando de que los vehículos de guerra requieren de combustibles y estos se encarecieron mucho desde el 2001.

En 2006, Estados Unidos amplió su Estrategia de Seguridad Nacional como consecuencia de la devastación del huracán Katrina en Nueva Orleáns. Esta ocasión la seguridad humana fue vulnerada por un fenómeno natural, que de nuevo golpeó a la superpotencia militar y la ayuda destacada de socorristas militares de Canadá y México fue aceptada por EEUU.

En la misma idea, de amenazas no militares, en el plano global previo al huracán, hubo otras amenazas más amplias que atemorizaron a Asia y Europa, en 2004 se dio la expansión de la epidemia síndrome respiratorio agudo severo (SARS), y que decir de la apocalíptica epidemia de la influenza aviar que afectaba a animales y humanos. Sin duda desafíos que claman conciencia y experiencias en cooperación y negociación.

Resultado de que Estados Unidos se ha quedado sólo en la reconstrucción de Irak, (cabe recordar que Rodríguez Zapatero retiró las fuerzas militares españolas, que la OTAN aporta un mínimo con su misión, la opinión pública estadounidense pide el retiro de tropas y que la ONU no tiene mayor injerencia) el balance de la seguridad humana en Afganistán e Irak, es pobre y a favor del caos, la construcción de la paz requiere algo más que un enfoque empresarial, de las corporaciones petroleras, de servicios y de seguridad privada estadounidenses. La ONU ha recomendado:

ü       Asegurar el control militar básico del territorio con
ü       atención temprana a la creación y localización de los mecanismos internos de seguridad, orden y justicia y
ü       una política coherente para la recuperación económica y social, incluyendo la perspectiva de reemplear a los excombatientes y el establecimiento, lo más rápido posible, de los vínculos con la economía global.


 Lo más lamentable es que detrás de la supuesta guerra contra el terrorismo, en Medio Oriente y en la forma en la que se dan los avances en la reconstrucción de Irak, se encuentra el trauma estadounidense de su dependencia de petróleo, que en general significa su seguridad energética y económica. EEUU extrapoló sus intereses y seguridad nacional como un componente de la supuesta Seguridad Internacional.


















OMAR RODRIGO GARCÍA ARIAS.
MÉXICO, D.F. DICIEMBRE 2012





[1] Rosas, Cristina. “La tentación autoritaria: la lucha contra el terrorismo.” en  Terrorismo, Democracia y Seguridad. 11 de Septiembre: cinco años después. UNAM, México 2006, pág. 44 
[2] Según Robert Matthews textualmente Terrorismo  “es crear el temor y la incertidumbre entre los civiles en la persecución de objetivos políticos o militares, es empíricamente obvio que los Estados y sus fuerzas militares armadas podrían ejercer en ocasiones una forma de terrorismo.” Y considera tanto cuestionable como entendible que en torno a la reforma de Naciones Unidas, Estados Unidos se oponga a incluir en la definición de terrorismo la parte referente a los Estados y a los ejércitos formales. Ver Matthews, Robert. “Estados Unidos y la Guerra contra el terrorismo, cinco años después: un balance” en Rosas, Cristina.  Terrorismo, Democracia y Seguridad. 11 de Septiembre: cinco años después. UNAM, México 2006, pág. 186.
[3] Departamento de Seguridad de la Patria, 25 de noviembre de 2002, en su ámbito de competencias circunscribe:
1.- la preparación para responder a desafíos,
2.- actividades de inteligencia a nivel interno,
3.- protección de la infraestructura importante,
4.- Seguridad fronteriza y Seguridad en transporte,
5.- Biodefensa,
6.-Detección de materiales nucleares y radiológicos, y
7.- Investigación sobre las tecnologías de seguridad de nueva generación.
[4] Así se le conoce al Informe del Grupo de Alto Nivel de Secretario General sobre las amenazas, los desafíos y el cambio, publicado en el 2004.