CENTRO MEXICANO DE ANALISIS DE LA SOCIEDAD INTERNACIONAL.
El espacio líder en estudios de Relaciones Internacionales, análisis y opinión de la política internacional, geopolítica, geoeconomía y política exterior de México
LA ECONOMÍA MEXICANA 2014: A PROPÓSITO
DE LAS CIFRAS NO DICHAS.
Mtro. Omar Rodrigo García Arias
Bastante es la cantaleta de los
tecnócratas sobre la importancia del crecimiento económico sobre el desarrollo.
La diferencia de estos conceptos es clara; por un lado a las estimaciones
estadísticas de crecimiento porcentual de la riqueza que genera el país en un
año se le llama crecimiento; en el otro lado, tenemos que no forzosamente se
van a traducir esas tasas de crecimiento
en la distribución de oportunidades para mejorar el ingreso familiar, de
consumir más con esos recursos y de que el empleo sea estable para abatir la
pobreza.
Pues
muy mala noticia para la tecnocracia (de hecho para todos los mexicanos), que
la economía mexicana tenga, desde hace ya décadas, un crecimiento mediocre. El
crecimiento económico está muy por debajo del potencial que tiene el país. Las
expectativas vendidas sobre el crecimiento no sólo son de los empresarios
promotores de las reformas estructurales, sino de la partidocracia que mantiene
la propaganda de “vamos muy bien y en el rumbo correcto” con fines electorales.
Simplemente hay que recordar que la meta puesta en este gobierno para este año
fue de un crecimiento del 3.9% y la realidad es que se ajustó a un 2.7%, cifra
que es posible tampoco alcancemos. Así que es momento de abandonar la terquedad
de un sistema económico enfocado a crecer y de ahí partir a distribuir o a
generar desarrollo. La fórmula esta inversa.
En
los datos oficiales se ha dicho que hay 53.35 millones de personas en pobreza.
El consumo está relacionado directamente con el ingreso y el empleo; por eso encontramos
que las tiendas de autoservicio en México sólo han reportado un crecimiento
anual del 0.2%.
En
julio de 2014 la tasa de desocupación llegó a 5.47%, preocupante ya que es la
cifra más alta desde septiembre de 2011. En total hay 2.53 millones de personas
en desempleo, y las personas empleadas tampoco lo están en las mejores
condiciones salariales.
La
cuestión de los salarios es fundamental. El salario mínimo fijado en la mayor
parte del país fue de 67.29, sin embargo al hacer el descuento de los efectos
del incremento en el nivel de los precios el salario real es de 59.92. La
población remunerada con más de cinco salarios mínimos es de 3.32 millones de
personas, al comenzar este gobierno había 3.92 millones; la explicación no es
que la clase media está ganando más, por el contrario son menos porque
descendió su ingreso: ha crecido la población que gana sólo un salario mínimo
siendo de 6.56 millones (el 13.3% de la población económicamente activa) cuando
en 2012 eran 6.44 y si revisamos los números del rango de los que ganan de uno
a tres salarios mínimos observamos que estos pasaron de 22.01 millones a 23
millones en el mismo periodo.
Queda
claro que la explotación es parte de la política monetaria en México (y del
sistema); tenemos que las tasas de ganancia capitalista han crecido, casi a la
par de la producción. A pesar de ello, la pobreza aumenta y el salario pierde
poder adquisitivo. Un aumento en el salario mínimo sería de beneficio en estos
momentos ya que su efecto positivo significaría de que a mayor ingreso vía
salarios la población tiene mayor propensión al consumo y al ahorro, de modo
que las empresas tendrían más ventas y recursos para invertir, el Estado
recaudaría más sin subir impuestos y aprovecharía el margen para ampliar el
gasto público.
Ya
que tocamos el aspecto financiero, de nada sirve que la nueva reforma fiscal de
esta administración incremente la recaudación federal (se espera un 7% más este
año) a costa de afectar los ingresos familiares. Lamentable resulta porque la
recaudación no deriva en inversión para proyectos tangibles importantes pues el
gasto se dirige a consumo de gasto corriente.
Cabe
finalizar puntualizando que sistema neoliberal ha dado un empuje al capitalismo
bursátil; y la bursatilización de la economía no crea empleos sustanciales y sí
nos hace más susceptibles a las turbulencias financieras. La desregulación
financiera ha generado en México el crecimiento de las inversiones extranjeras
indirectas sobre las inversiones extranjeras directas; en el primer semestre de
2014 la inversión en cartera ha especulado inyectando 33 mil 397 mdd, siendo
más del doble de los 13 mil 906 mdd colocados en el primer semestre del 2013.
Comparando las inversiones extranjeras, tenemos que de enero a julio la
inversión directa que provenía del exterior contabilizaba 9 mil 732.5 millones
de dólares, muy inferior a los 33 mil 397 mdd de inversiones extranjeras
indirectas.
Hola esto es a razón de preguntas que me han hecho sobre por qué estar en contra de la propuesta de Reforma Energética que propuso Enrique Peña Nieto. Voltea a ver un poste, semáforo, hospital público, escuela pública, jardín público, etc. esos espacios que fueron realizados como obra pública son resultado de años en los que nuestra utilidad o renta petrolera pagó en un 35% promedio. Es decir PEMEX es un gran negocio pero hay algo que se llama "Carga Fiscal" es lo que le descontamos en impuestos a nuestra empresa, pero esta es muy fuerte cerca de 90% de las utilidades, en otras ocasiones fueron hasta de 120% para dejarla en números rojos, pero esto es porque para el Presupuesto de Egresos, la lana que va a las Secretarías y Programas necesitan ese 35% que aporta PEMEX. Bueno con la privatización de la ganancia ese 35% disminuirá en lo que aporta a la nación. De donde saldrá??? pues IVA en 19% o gravar los alimentos, medicinas, libros y nuevos impuestos. NO LO SOPORTARAN NUESTROS SUELDOS POR HORA!!
Ahora bien, vamos a criticar el supuesto beneficio de energéticos más baratos (gas y gasolinas) FALSO porque en la extracción de gas y petroleo se pretende la realicen privados que buscarán venderla a un precio elevado para recuperar su inversión. CFE compra el excedente de aquellas generadoras privadas de electricidad, lo que representa un 30% de la electricidad que produce CFE, pues principalmente esas generadoras privadas compran gas a PEMEX o en el mercado internacional, pero si tu agregas más intermediarios en la cadena verás en tu recibo de luz que se encareció porque tendremos que pagarle la inversión y dejarle ganancia a más intermediarios. Un proceso inflacionario se devendrá SUBE EL GAS, ENTONCES LA LUZ, Y AUTOMÁTICAMENTE LOS COSTOS DE PRODUCCIÓN Y TRANSPORTE POR LO QUE EN EL SUPER LAS COSAS TENDRÁN UN ASCENSO DE PRECIOS!!!
Deja y te explico que no se necesita modificar la Constitución y que las cosas ya están sucediendo con las reformas a las leyes reglamentarias o secundarias a PEMEX, la cuestión aquí no sólo es certeza jurídica, lo que hay de nuevo son dos cosas: EL REPARTO DE UTILIDADES A INVERSORES (nuevo eufemismo de privatización) Y LAS NUEVAS FORMAS DE EXTRAER GAS Y PETROLEO ES ESQUIZTO, te explico que lo último se refiere al Fracking que son perforaciones profundas, donde se hace una explosión a presión de líquidos tóxicos que pueden generar terremotos y contaminar mantos acuíferos, México no tiene esa tecnología y la debería de prohibir pero efectivamente eso elevaría la producción de hidrocarburos. Para que elevar la producción de petróleo ¿aquí no refinamos? ¿Un 65% del petróleo es vendido a EUA? la prisa de agotar nuestro recurso es del vecino del norte, su demanda petrolera es de casi el 60% de lo que se produce en el mundo.
LA INDUSTRIA AERONÁUTICA GLOBAL Y LA INDUSTRIA AEROESPACIAL Y DE DEFENSA ESTADOUNIDENSE.
OMAR RODRIGO GARCÍA ARIAS
En el 2008 las 50 mejores empresas
mundiales del sector aeroespacial y de defensa realizaron las inversiones
internacionales más altas de los últimos diez años. La motivación más
importante de ese incremento es la búsqueda de manufactura a bajo costo. Sin
embargo también hay un aumento significativo de las inversiones en Investigación
y Desarrollo (R&D por sus siglas en inglés) incluyendo la adquisición de la
ingeniería y del talento (capital humano) de diferentes partes del mundo[1].
Las
compañías aeroespaciales y de defensa no permanecerían competitivas basándose
únicamente en las fuentes nacionales de talento y mano de obra. En muchos de
los casos estas empresas reclutan profesionistas, como es el caso de ingenieros
y físicos de la India o China.
Así
también, la globalización ha ampliado la base de clientes de las empresas
aeroespaciales y de defensa y tiende a ser una de las industrias con mejores
pronósticos a pesar de las crisis en EE.UU. y Europa. Esto a razón del mercado
asiático que se estima crecerá un 70%, siendo el mercado más grande para los
nuevos aviones comerciales[2].
De
una manera llana podemos delinear tres criterios centrales para señalar el
grado de inserción global de una empresa o sector económico de un país:
1.-
Grado de Importación/ Exportación en relación con el comercio total de la
industria nacional o del sector.
2.-
Grado de producción costa afuera, ya sea esta de manera directa (IED) o a
través de la cadena de suministro y valor.
3.-El
grado de la globalización de la tecnología/ de contenido o talento (capital
humano) presente en la dirección, administración y R&D.
Bajo
los criterios anteriores veremos, en el cuadro 1.0, como Price Waterhouse
Coopers (PWC) considera que la industria aeroespacial ocupa un octavo lugar
dentro de las principales 15 industrias manufactureras globales:
Cuadro 1.0 Principales
industrias manufactureras globales.
El
continente asiático no sólo aporta un capital humano destacado para la R&D
o para la producción en la industria aeronáutica, sino que también ha incrementado
su demanda de aviones nuevos, como reflejo de dos factores de influencia: 1) el
incremento en los ingresos per cápita de muchas naciones de la región y (2) por
la atracción de extranjeros por la cultura y negocios disponibles (en tanto
incluimos paisajes, gastronomía, cultura, pero también los factores
competitivos, como tratados comerciales, infraestructura para la producción y
comercialización, etc. que permiten el desarrollo de empresas multinacionales
en Asia Pacífico)
La
demanda de nuevos aviones para Asia Pacífico es del 35% de la demanda global, como denota
el gráfico 1.0 sobre el valor de entrega en el periodo de 2008-2028.
Gráfico 1.0
Después
del 11 de septiembre del 2001 las operaciones de transporte aéreo civil se
vieron afectadas; hubo reducción de operaciones, mayores regulaciones, menores
inversiones, incluso fusiones de aerolíneas y empresas de la aeronáutica.
Ante
ello, hubiéramos supuesto un desplome en ese sector, sin embargo la industria
aeroespacial y de defensa (A&DI) modificó su producción para mantener
costos pero logró estabilizar sus finanzas con las ventas derivadas de los
incrementos globales de los presupuestos militares. Las condiciones de seguridad
mundial y aérea contribuyo a elevar la R&D aportando nuevos modelos de
aviones comerciales y de defensa. La modernización de las aeronaves comerciales
con mayores estándares de seguridad elevó las ventas, sobre todo con la
ampliación de líneas aéreas de Asia Pacífico y de las de bajo costo en todo el
mundo.
En
México la industria aeroespacial y de defensa en nueva, pero hay un impulso
importante para la maquila de empresas estadounidenses, canadienses y
francesas. “México atrajo US$1.150
millones en inversión extranjera para el sector aeroespacial en 2010, el monto
más alto entre todos los países por segundo año consecutivo, según el gobierno
mexicano. El país ahora exporta unos US$3.500 millones en equipos
aeroespaciales al año, según la Federación Mexicana de la Industria Aeroespacial,
lo que clasifica al país en el décimosegundo lugar en el mundo”.[3]
Para el 2008 la industria aeroespacial contabilizaba ingresos por 450 mil millones de dólares. Los Estados Unidos son el principal país en la industria aeronáutica generando ingresos por 204 mil millones de dólares, lo que representa un 45.3% del total mundial.
Ver gráfico 2.0.
Gráfico 2.0 Ingresos de la Industria Aeroespacial en 2008, por país en miles de millones de dólares.
La
industria aeroespacial y de defensa es de suma importancia para la economía de
Estados Unidos. Ilustrado en el gráfico 3.0, en términos regionales el top 100
de esta industria está concentrado en América del Norte que concentra el 63.1% de
lo facturado en 2011.
Gráfico 3.0 Ingresos del
top 100 de la Industria aeroespacial y de defensa por región (%)
De
las 100 principales empresas de la A&DI son 20 las que concentran el 76.6%
de las ganancias. Entre ellas la colocada como número uno es la estadounidense
BOING que en 2011 ingresaba $68.7 mil millones de dólares y sus ganancias
equivalían a $5.84 mil millones de dólares. Boing adquirió en 1997 a la empresa
McDonnell Douglas y desde entonces es la única empresa manufacturera
estadounidense de grandes aviones civiles (LCA- Large Civil Aircraft) que son
aviones con más de 100 asientos o su equivalente en carga y capacidad. Boing
duplicó sus ingresos de 2006 a 2011, para ser exactos en 5 años Boing multiplicó
2.4 veces sus ingresos de 28.5 mil millones de dólares del 2006.
Se
estima que la industria aeroespacial y de defensa en Estados Unidos empleó
directamente a casi un millón trabajadores en 2010. Estos trabajadores
recibieron $ 84.2 mil millones en sueldos y pagaron $ 15.4 mil millones en
impuestos federales sobre la renta y $ 1.9 millones en impuestos estatales
sobre los ingresos individuales. Del PIB de EE.UU. 2.23% es generado por la
industria aeroespacial y de defensa.[4]
El
gobierno federal emplea cerca de 845,198 trabajadores de la industria aeroespacial
y de defensa especializado en mantenimiento de las fuerzas armadas y los
depósitos de reparación, Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio
(NASA), la Federal Aviation Administration (FAA), otros organismos de defensa,
incluyendo la Agencia de Proyectos Avanzados de Defensa de Investigación
(DARPA) y civiles que trabajan en el Departamento de Defensa. Se estima que el
efecto multiplicador de la A&DI emplea de manera indirecta cerca 3.5
millones de empleados sin incluir las aerolíneas.[5]
Las
grandes empresas de la industria
aeroespacial y de defensa de los Estados Unidos tienen en el grueso de sus
ingresos dos bloques de clientes principales:
1.-
El gobierno de EE.UU: Departamento de Defensa, NASA, CIA, etc.
2.-
Aerolíneas comerciales nacionales y mundiales.
El
presupuesto de defensa es absorbido en gran parte por aquellas industrias del
complejo militar-industrial, y dentro de ellas la A&DI es de suma
importancia para la economía, como vimos el número de empleos, impuestos e
ingresos que genera.
Aunque
Estados Unidos parece predominante en términos de número de empresas, ingresos
y ganancias, producción y ventas en la industria aeroespacial mundial el hecho
es que la propia globalización ha diluido esa supremacía y ventajas para la
economía estadounidense. Kawasaki Heavy Industries (KHI) es un socio
estratégico japonés de Boing, aunque pequeña empresa figura dentro del top 100
mundial y ayuda a desarrollar varios modelos de Boing como el 777 y el 787;
suministra componentes tales como fuselaje, paneles, puertas y para el 787
principalmente el tren de aterrizaje y la sección delantera del fuselaje. KHI
generó en 2004 ingresos por 2.35 mil millones de dólares, y obtuvo ganancias de
89 mil millones de dólares. Como el caso de KHI hay muchas empresas de la
industria aeroespacial y de defensa que están generando R&D, talentos, y
empleo nacionales a costa de las cadenas de valor estadounidenses, con lo que
se disuelve el efecto multiplicador que el presupuesto para la defensa derrama
sobre las empresas estadounidenses del A&DI.
En
épocas de crisis, como la que vive la macroeconomía de EE.UU. es relevante que
el número de empleos creados en para producir aeronaves civiles o militares de
compañías estadounidenses se está colocando en otras partes del mundo, sobre todo
en Asía Pacífico. Aunque de mayor énfasis, me parece, es el esfuerzo de otras
naciones para desarrollar capital humano, la alta calidad de la mano de obra y
vincular las universidades con los parques industriales y laboratorios de tecnología
de punta: estos elementos son atractivos para las industrias estadounidenses, incluso
mucho más que simplemente hablar de los costos salariales, hay un momento en
que la mano de obra aún siendo barata no es lo primordial para las empresas, en
especial cuando se trata de tecnologías seguras y de complejidad para
satisfacer demandas de transporte y de seguridad nacional, y ese es el caso de
la industria aeroespacial y de defensa estadounidense,
se juga un detalle geopolítico: la hegemonía desde el punto de vista militar.
CRÍTICA A LA COMPETITIVIDAD Y POLÍTICA COMERCIAL MEXICANA
OMAR RODRIGO GARCÍA ARIAS.
El escenario de la globalización
tiene lógicas claras: las mercancías y capitales fluyen en búsqueda de mayores
tazas de ganancias, los obreros se encuentran sujetos a su estancia legal para
realizar su trabajo a bajos salarios para beneficio de las corporaciones que
competirán en el mercado global, para los gobiernos lo importante es
promocionar las ventajas nacionales que harán de los capitales su destino
temporalmente atractivo.
En
muchas naciones las políticas industriales se abandonaron para mantener sus
esfuerzos en captar la inversión extranjera con el discurso de la “competitividad
en una era global” pero la medición de la competitividad o su concepto mismo se ha tratado de definir, uno
de los más destacados en Bougrine [1].
Empezamos
por decir que la competitividad puede ser definida como la “habilidad para
competir, especialmente en mercados externos” [2]
refiriéndose a la habilidad de las
empresas para ganar acceso a los mercados extranjeros y mantener o aumentar sus
cuotas de mercado. Esta habilidad se ve afectada por factores como costos,
precios, calidad y diferenciación de los productos, entre otros. Por ello la
competitividad tiene un sentido equivalente a la competencia internacional
entre corporaciones transnacionales.
Sin duda
que el concepto de competitividad se ha traslapado para referirse al plano
macroeconómico de los países. Se considera que es indispensable políticas
económicas a favor de la competitividad porque “crea una economía y una
sociedad capaces de vender bienes y servicios en el mercado mundial, de forma
que las empresas logren una ganancia, paguen jornales justos, provean trabajos
seguros y buenas condiciones de trabajo y respeten el ambiente”[3]
. Sin embargo los que resaltan el tema de la competitividad no abordan la importancia
de medir la capacidad nacional de vender en el mercado mundial, tampoco que
sucede con la relación de la justicia distributiva con el comercio y mucho
menos me parece que la consecuencia de la competitividad, según lo citado,
venga a significar la definición misma.
En fin,
después de esta crítica veamos que se dice sobre la Competitividad en la
empresa; bueno pues en este sentido siempre se juzga la competitividad por su
rentabilidad, costos de producción, productividad y cuota de mercado. Así nos
conducimos a que en una economía de mercado la competitividad de una empresa
debe compararse a la de sus competidores. Es menos rentable (y por lo tanto menos
competitiva) que sus competidores si sus productos son menos atractivos que los
de ellos lo podemos razonar de este
modo empero nos queda una visión de rentabilidad actual o a corto plazo, y una
análisis de una fotografía no nos sirve como indicador suficiente de
competitividad; por otra parte la competitividad se debe considerar a periodo
largo que refleje los factores estructurales que están influyendo de un modo u
otro la rentabilidad de una empresa.
Efectivamente,
las comparaciones[4]
de costos de productividad en el ámbito de la empresa también puede extenderse
a la rama industrial o al sector en que operan la empresas y así continuar con
la comparación del desempeño de una industria determinada con la de otra región
o país. Obviamente las mediciones de un sector industrial lo que se manejan son
promedios y no reflejan las condiciones de las empresas individuales, a menos
que exista un cierto margen de homogeneidad. Cuando se disponen de suficientes
datos para hacer comparaciones internacionales, entonces la competitividad de
una industria puede medirse utilizando la ventaja comparativa revelada (VCR).
La VCR de un país se calcula[5]
sobre una base industrial o sobre la base de una mayor desagregación, o sea ,
por tipo de producto:
VCR
= ( Xij /Xi ) / (Xj/X)
La
definición de competitividad es menos precisa al evaluar el desempeño
macroeconómico de una nación; por ello la mayoría de las organizaciones
internacionales han enfocado sus mediciones en indicadores cuantitativos. Por
ejemplo la OCDE se basa en costos y precios diferenciales, además considera a
un país competitivo si su balanza comercial es superavitaria[6].
Como
conclusión enumero los problemas más comunes de la medición de la
competitividad:
1.-El
uso de la balanza comercial, como indicador de cambios en el crecimiento y la
competitividad que conduce a confusiones.
2.-Las
organizaciones internacionales toman
como base únicamente cifras de comercio de productos manufacturados para
elaborar sus indicadores.
3.-Los
indicadores de competitividad señalados se basan en datos derivados de otros
índices, como el de precios al consumidor (IPC).
4.-El
uso de un precio promedio de exportación es también problemático porque no
puede dar información sobre el costo real de producción de una empresa determinada.
5.-El
uso de los costos laborales unitarios relativos (CLUR) como una medida de
competitividad internacional ha llegado a ser bastante popular y muchos
consideran una importante herramienta política.
6.-La
capacidad de un país para comerciar en los mercados mundiales es, de hecho,
medida por el tipo de cambio efectivo real (TCER). Este indicador se obtiene de
deflactar el tipo de cambio efectivo nominal (TCEN), para lo cual se utiliza
una variedad de índices.
El sistema de producción de maquila se instituyó en nuestro país
como un modelo que permitiera mayor desarrollo de la industria mexicana, sin
embargo, no hubo programas que fortalecieran ese sistema ni ideas que
permitieran que se aprovechara el proyecto en la dimensión adecuada y brindar
la llamada competitividad.
Cuando se firmó el TLCAN, unos creían que era el momento ideal para
aprovechar el sistema de producción transfronterizo, sin embargo, tampoco hubo
programas que permitieran concretar esta idea y, por el contrario, se propició
la importación de insumos de otros orígenes de tal manera que el valor agregado
en nuestras ventas al exterior es cada día más reducido. Como consecuencia, la
generación de riqueza en nuestro país es cada día menor por lo que en sólo
6 años hemos pasado del 9° al 15° lugar como economía mundial, en tanto
que la proporción de nuestra aportación en el PIB mundial, en el mismo periodo
pasó de 1.83% a sólo 1.64%, a la vez nuestra posición en el PIB per cápita pasó
del 47° al 59°. Como potencia exportadora pasamos del 12° al 15° lugar y, sin
incluir los insumos reexportados, nuestra posición descendió hasta el 28°
lugar.
La idea de eliminar los aranceles a los productos de importación
“para propiciar mayor competitividad de la economía mexicana” sólo muestra la
continuidad de la incoherencia y la improvisación en nuestra política de
comercio exterior. Actualmente, ningún país en el mundo está realizando una
“política de comercio exterior tan agresiva como la mexicana”, misma que sólo
propiciará que sigamos descendiendo en la escala mundial en todos los órdenes.
La reducción arancelaria sólo se podrá llevar a cabo cuando los empresarios
mexicanos cuenten con los mismos elementos, para producir competitivamente, con
los que cuentan sus principales competidores.
En
2008 sólo 30% de las exportaciones mexicanas eran resultado de procesos que
incluían netamente materia prima nacional, y el restante 70% estaba
condicionado a la importación de insumos.
Las
importaciones temporales se elevan poco a poco, pues en 1993, sin considerar el
petróleo, 78.5% de las exportaciones dependían de insumos foráneos, y en 2007
subió a 82.5%.
Incluido
el hidrocarburo, la cifra sería de 67.82% de los 51,832 millones de dólares que
se exportaron en 1993, y subiría a 69.54% para 2007, cuando vendimos al
exterior 283,233 millones de dólares, con base en la información del
Banco de México.
Aunque
en los últimos años la exportación mexicana registra crecimientos, la
importación lo hace a ritmos más grandes. Por ejemplo, en 2007 las ventas al
exterior aumentaron 8.6%, mientas que las importaciones se elevaron en 11.3%,
dejando una balanza negativa de 11,189 millones de dólares.
Los
productos de exportación que están ligados a las importaciones temporales de insumos
son: vehículos y autopartes, televisores, computadoras, aparatos de
radiotelefonía, conductores eléctricos, instrumentos de medición, productos
intermedios de hierro y acero, transformadores eléctricos, entre otros.
La razón está en que México
no ha logrado desarrollar cadenas productivas; por el contrario, cada día
depende más de insumos extranjeros para realizar la producción orientada al
mercado externo y también preocupante es que el mercado interno no está en
condiciones de competitividad ni local ni globalmente hablando. El alto
precio de los insumos y de las transacciones en nuestro país causó que
perdiéramos competitividad, pero también debido a la falta de infraestructura que
permita crear cadenas productivas para integrar correctamente a nuestra
industria, y lograr así el abastecimiento del mercado interno de manera más
eficiente.
Desafortunadamente,
esa carencia de políticas nacionales nos lleva a que la industria maquiladora y
manufacturera de exportación no pueda abastecerse con insumos nacionales e
incremente sus importaciones de materias primas y bienes de consumo final.
Enrique Dussel Peters, de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de
Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expuso que en la
actividad exportadora mexicana predominan 500 grandes firmas, pero en esta actividad
las más fuertes son 300, pues entre las ventas al exterior de esas 300
compañías y de tres mil 500 maquiladoras se genera más de 95 por ciento de las
exportaciones del país. ¿Cómo realiza el gobierno una política industrial o
comercial con esas concentraciones de riqueza e interés de tan pocas empresas
exportadoras destinadas a la exclusividad el mercado estadounidense? Durante el periodo 1993-2007, las exportaciones registraron un incremento de
425 por ciento; sin embargo, ese aumento se debe en gran parte a las maquiladoras
y a las empresas que contaron con el programa de importación temporal Pitex,
que han sido integradas al Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora
y de Servicios de Exportación (Immex).
De 2000 a 2007, nuestras ventas
a países con los que no tenemos un tratado de libre comercio (TLC) se
incrementaron 193 por ciento, mientras que con nuestros socios en el mundo
aumentaron un promedio de 162 por ciento.
El crecimiento de las importaciones tuvo un comportamiento similar al de las
ventas al exterior, pues las compras que hicimos a naciones con las que tenemos
un TLC se elevaron menos que las que realizamos a economías con las que no
tenemos un convenio mercantil.
El objetivo del TLCAN de integración a través de un Área de Libre
Comercio en América del Norte cada día es más remoto pues México, por carencia
de programas, proyectos y estrategias en materia de comercio exterior y
competitividad, no pudo capitalizar la ventaja que representaba ser vecino de
EEUU y el único país de América Latina que tenía acceso preferencial al mercado
individual más grande del mundo.
La política de de comercio exterior de México ha mostrado una enorme
incoherencia durante estos últimos 19 años, misma que se manifiesta en el
descuido con que se tratado al mercado norteamericano y en la irresponsable
obsesión por firmar todos los TLC’s que fuera posible, con las mismas
deficiencias que tuvo con el TLCAN, es decir, sin programas, proyectos ni
estrategias realistas para aprovecharlos adecuadamente, y por que México no es
competitivo por el pobre desempeño de sus instituciones públicas y el reducido
desarrollo tecnológico.
Mtro. Omar Rodrigo García Arias.
Director CEMASIN
[1] BOUGRINE, Hassan. Competitividad
y Comercio Exterior. En Revista Comercio Exterior. Vol 51 no.9 México. Septiembre
2001.
[2] TAMAMES, Ramón. Diccionario
de economía. Alianza editorial, Madrid, 1998.
[4] Hay que recordar que por
medir entendemos la capacidad de comparar con un patrón
[5] donde x representa
exportaciones de la industria i ubicada en el país j. Xi
representan las exportaciones totales del mismo producto, Xj son las
exportaciones totales del país j y X son las exportaciones totales del
mundo. Si la VCR es mayor que uno, entonces la industria i ubicada en el
país (o región) j tiene una ventaja comparativa internacional