miércoles, 30 de enero de 2013

CRÍTICA A LA COMPETITIVIDAD Y POLÍTICA COMERCIAL MEXICANA



 CRÍTICA A LA COMPETITIVIDAD Y POLÍTICA COMERCIAL MEXICANA













OMAR RODRIGO GARCÍA ARIAS.


            El escenario de la globalización tiene lógicas claras: las mercancías y capitales fluyen en búsqueda de mayores tazas de ganancias, los obreros se encuentran sujetos a su estancia legal para realizar su trabajo a bajos salarios para beneficio de las corporaciones que competirán en el mercado global, para los gobiernos lo importante es promocionar las ventajas nacionales que harán de los capitales su destino temporalmente atractivo.



En muchas naciones las políticas industriales se abandonaron para mantener sus esfuerzos en captar la inversión extranjera con el discurso de la “competitividad en una era global” pero la medición de la competitividad o su  concepto mismo se ha tratado de definir, uno de los más destacados en Bougrine [1].

Empezamos por decir que la competitividad puede ser definida como la “habilidad para competir, especialmente en mercados externos” [2] refiriéndose a  la habilidad de las empresas para ganar acceso a los mercados extranjeros y mantener o aumentar sus cuotas de mercado. Esta habilidad se ve afectada por factores como costos, precios, calidad y diferenciación de los productos, entre otros. Por ello la competitividad tiene un sentido equivalente a la competencia internacional entre corporaciones transnacionales.

Sin duda que el concepto de competitividad se ha traslapado para referirse al plano macroeconómico de los países. Se considera que es indispensable políticas económicas a favor de la competitividad porque “crea una economía y una sociedad capaces de vender bienes y servicios en el mercado mundial, de forma que las empresas logren una ganancia, paguen jornales justos, provean trabajos seguros y buenas condiciones de trabajo y respeten el ambiente”[3] . Sin embargo los que resaltan el tema de la competitividad no abordan la importancia de medir la capacidad nacional de vender en el mercado mundial, tampoco que sucede con la relación de la justicia distributiva con el comercio y mucho menos me parece que la consecuencia de la competitividad, según lo citado, venga a significar la definición misma.

En fin, después de esta crítica veamos que se dice sobre la Competitividad en la empresa; bueno pues en este sentido siempre se juzga la competitividad por su rentabilidad, costos de producción, productividad y cuota de mercado. Así nos conducimos a que en una economía de mercado la competitividad de una empresa debe compararse a la de sus competidores. Es menos rentable (y por lo tanto menos competitiva) que sus competidores si sus productos son menos atractivos que los de ellos  lo podemos razonar de este modo empero nos queda una visión de rentabilidad actual o a corto plazo, y una análisis de una fotografía no nos sirve como indicador suficiente de competitividad; por otra parte la competitividad se debe considerar a periodo largo que refleje los factores estructurales que están influyendo de un modo u otro la rentabilidad de una empresa.

Efectivamente, las comparaciones[4] de costos de productividad en el ámbito de la empresa también puede extenderse a la rama industrial o al sector en que operan la empresas y así continuar con la comparación del desempeño de una industria determinada con la de otra región o país. Obviamente las mediciones de un sector industrial lo que se manejan son promedios y no reflejan las condiciones de las empresas individuales, a menos que exista un cierto margen de homogeneidad. Cuando se disponen de suficientes datos para hacer comparaciones internacionales, entonces la competitividad de una industria puede medirse utilizando la ventaja comparativa revelada (VCR). La VCR de un país se calcula[5] sobre una base industrial o sobre la base de una mayor desagregación, o sea , por tipo de producto:

VCR = ( Xij /Xi ) / (Xj/X)

La definición de competitividad es menos precisa al evaluar el desempeño macroeconómico de una nación; por ello la mayoría de las organizaciones internacionales han enfocado sus mediciones en indicadores cuantitativos. Por ejemplo la OCDE se basa en costos y precios diferenciales, además considera a un país competitivo si su balanza comercial es superavitaria[6].

Como conclusión enumero los problemas más comunes de la medición de la competitividad:

1.-El uso de la balanza comercial, como indicador de cambios en el crecimiento y la competitividad que conduce a confusiones.

2.-Las organizaciones internacionales toman  como base únicamente cifras de comercio de productos manufacturados para elaborar sus indicadores.

3.-Los indicadores de competitividad señalados se basan en datos derivados de otros índices, como el de precios al consumidor (IPC).

4.-El uso de un precio promedio de exportación es también problemático porque no puede dar información sobre el costo real de producción de una empresa determinada.

5.-El uso de los costos laborales unitarios relativos (CLUR) como una medida de competitividad internacional ha llegado a ser bastante popular y muchos consideran una importante herramienta política.

6.-La capacidad de un país para comerciar en los mercados mundiales es, de hecho, medida por el tipo de cambio efectivo real (TCER). Este indicador se obtiene de deflactar el tipo de cambio efectivo nominal (TCEN), para lo cual se utiliza una variedad de índices.

El sistema de producción de  maquila se instituyó en nuestro país como un modelo que permitiera mayor desarrollo de la industria mexicana, sin embargo, no hubo programas que fortalecieran ese sistema ni ideas que permitieran que se aprovechara el proyecto en la dimensión adecuada y brindar la llamada competitividad.

Cuando se firmó el TLCAN, unos creían que era el momento ideal para aprovechar el sistema de producción transfronterizo, sin embargo, tampoco hubo programas que permitieran concretar esta idea y, por el contrario, se propició la importación de insumos de otros orígenes de tal manera que el valor agregado en nuestras ventas al exterior es cada día más reducido. Como consecuencia, la generación de riqueza en nuestro país es cada día menor por lo que en sólo  6 años hemos pasado del 9° al 15° lugar como economía mundial, en tanto que la proporción de nuestra aportación en el PIB mundial, en el mismo periodo pasó de 1.83% a sólo 1.64%, a la vez nuestra posición en el PIB per cápita pasó del 47° al 59°. Como potencia exportadora pasamos del 12° al 15° lugar y, sin incluir los insumos reexportados, nuestra posición descendió hasta el 28° lugar.



La idea de eliminar los aranceles a los productos de importación “para propiciar mayor competitividad de la economía mexicana” sólo muestra la continuidad de la incoherencia y la improvisación en nuestra política de comercio exterior. Actualmente, ningún país en el mundo está realizando una “política de comercio exterior tan agresiva como la mexicana”, misma que sólo propiciará que sigamos descendiendo en la escala mundial en todos los órdenes. La reducción arancelaria sólo se podrá llevar a cabo cuando los empresarios mexicanos cuenten con los mismos elementos, para producir competitivamente, con los que cuentan sus principales competidores.

En 2008 sólo 30% de las exportaciones mexicanas eran resultado de procesos que incluían netamente materia prima nacional, y el restante 70% estaba condicionado a la importación de insumos.

Las importaciones temporales se elevan poco a poco, pues en 1993, sin considerar el petróleo, 78.5% de las exportaciones dependían de insumos foráneos, y en 2007 subió a 82.5%.

Incluido el hidrocarburo, la cifra sería de 67.82% de los 51,832 millones de dólares que se exportaron en 1993, y subiría a 69.54% para 2007, cuando vendimos al exterior 283,233 millones de dólares, con base en la información del Banco de México.

Aunque en los últimos años la exportación mexicana registra crecimientos, la importación lo hace a ritmos más grandes. Por ejemplo, en 2007 las ventas al exterior aumentaron 8.6%, mientas que las importaciones se elevaron en 11.3%, dejando una balanza negativa de 11,189 millones de dólares.

 Los productos de exportación que están ligados a las importaciones temporales de insumos son: vehículos y autopartes, televisores, computadoras, aparatos de radiotelefonía, conductores eléctricos, instrumentos de medición, productos intermedios de hierro y acero, transformadores eléctricos, entre otros.

La razón está en que México no ha logrado desarrollar cadenas productivas; por el contrario, cada día depende más de insumos extranjeros para realizar la producción orientada al mercado externo y también preocupante es que el mercado interno no está en condiciones de competitividad ni local ni globalmente hablando. El alto precio de los insumos y de las transacciones en nuestro país causó que perdiéramos competitividad, pero también debido a la falta de infraestructura que permita crear cadenas productivas para integrar correctamente a nuestra industria, y lograr así el abastecimiento del mercado interno de manera más eficiente.

Desafortunadamente, esa carencia de políticas nacionales nos lleva a que la industria maquiladora y manufacturera de exportación no pueda abastecerse con insumos nacionales e incremente sus importaciones de materias primas y bienes de consumo final.

Enrique Dussel Peters, de la División de Estudios de Posgrado de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), expuso que en la actividad exportadora mexicana predominan 500 grandes firmas, pero en esta actividad las más fuertes son 300, pues entre las ventas al exterior de esas 300 compañías y de tres mil 500 maquiladoras se genera más de 95 por ciento de las exportaciones del país. ¿Cómo realiza el gobierno una política industrial o comercial con esas concentraciones de riqueza e interés de tan pocas empresas exportadoras destinadas a la exclusividad el mercado estadounidense?
Durante el periodo 1993-2007, las exportaciones registraron un incremento de 425 por ciento; sin embargo, ese aumento se debe en gran parte a las maquiladoras y a las empresas que contaron con el programa de importación temporal Pitex, que han sido integradas al Programa de la Industria Manufacturera, Maquiladora y de Servicios de Exportación (Immex).



De 2000 a 2007, nuestras ventas a países con los que no tenemos un tratado de libre comercio (TLC) se incrementaron 193 por ciento, mientras que con nuestros socios en el mundo aumentaron un promedio de 162 por ciento.

El crecimiento de las importaciones tuvo un comportamiento similar al de las ventas al exterior, pues las compras que hicimos a naciones con las que tenemos un TLC se elevaron menos que las que realizamos a economías con las que no tenemos un convenio mercantil.
El objetivo del TLCAN de integración a través de un Área de Libre Comercio en América del Norte cada día es más remoto pues México, por carencia de programas, proyectos y estrategias en materia de comercio exterior y competitividad, no pudo capitalizar la ventaja que representaba ser vecino de EEUU y el único país de América Latina que tenía acceso preferencial al mercado individual más grande del mundo.


La política de de comercio exterior de México ha mostrado una enorme incoherencia durante estos últimos 19 años, misma que se manifiesta en el descuido con que se tratado al mercado norteamericano y en la irresponsable obsesión por firmar todos los TLC’s que fuera posible, con las mismas deficiencias que tuvo con el TLCAN, es decir, sin programas, proyectos ni estrategias realistas para aprovecharlos adecuadamente, y por que México no es competitivo por el pobre desempeño de sus instituciones públicas y el reducido desarrollo tecnológico.



Mtro. Omar Rodrigo García Arias.
Director CEMASIN



[1] BOUGRINE, Hassan. Competitividad y Comercio Exterior. En Revista Comercio Exterior. Vol 51 no.9 México. Septiembre 2001.
[2] TAMAMES, Ramón. Diccionario de economía. Alianza editorial, Madrid, 1998.
[3] BOUGRINE, OPCIT pag 767.
[4] Hay que recordar que por medir entendemos la capacidad de comparar con un patrón
[5] donde x representa exportaciones de la industria i ubicada en el país j. Xi representan las exportaciones totales del mismo producto, Xj son las exportaciones totales del país j y X son las exportaciones totales del mundo. Si la VCR es mayor que uno, entonces la industria i ubicada en el país (o región) j tiene una ventaja comparativa internacional
[6] S= ahorro, I= inversión, X= exportaciones, M= importaciones    (S-I)=(X-M)