miércoles, 27 de julio de 2011

EL COMERCIO INTERNACIONAL: VISTO COMO UNA ESTRUCTURA DE DOMINIO

MTRO. OMAR RODRIGO GARCÍA ARIAS

Desde que los mercantilistas ingleses de mediados del siglo XIX creían que la fuente de la riqueza de las naciones radicaba en la producción para la exportación, se expandió la idea de incrementar el flujo en el comercio mundial. Sin duda los ingleses sabían que a medida que sus empresas destinaran al comercio exterior  su producción de bienes de consumo se estaría ingresando a las arcas públicas y privadas oro.

David Ricardo, un clásico del pensamiento económico, distinguía que en el comercio entre países debía haber una especialización nacional en la producción de determinados productos, esto según las capacidades y ahorros, es decir si a determinado país le resultaba más económico, con mayor y mejor calidad, y en menor tiempo producir algo lo mejor en el comercio mundial era que sólo esa nación comercializara ese bien. Nada más engañoso y que se implantaría con el paso del tiempo como un dogma del capitalismo; la división internacional del trabajo.

Las naciones que tuvieron a desarrollar o transcurrieron una revolución industrial fueron capaces de sobrepasar los retos de la geografía, del esfuerzo de la bestia y de las distancias entre los mercados; la maquinaria y demás tecnología obligó a encontrar nuevos mercados para la producción en serie, dado que eso solucionaba la reducción de ganancias resultado de una sobre oferta a la escasa demanda nacional; las maquilas y fábricas florecientes en esta revolución industrial en Inglaterra se sincronizaron con los nuevos medios de transporte más rápidos y con mayor carga como: los barcos a vapor y los trenes. Con toda esa infraestructura y frugalidad de la industria resulto con hacer sencilla la venta de productos con alto valor agregado al resto de las naciones. Así los países desarrollados crecen al ejercer el comercio exterior.

Las nuevas naciones, resultado de la descolonización (según en su momento de  América latina, Asia o África)  se encontraron con una falta de capital e industria. Por ello, solicitar créditos en el mercado internacional les proporciono el capital, sin embargo cuando en los mejores casos se compró maquinaria esta ya no era tan competitiva, así que sólo sirvió para el mercado interno y no para buscar una exportación de productos con valor agregado. Obviamente los intereses de los créditos eternizaron la fuga de dinero hacia las naciones desarrolladas.

Cabe recordar aquellas políticas de apertura comercial, por vías poco liberales y éticas, del siglo XIX de las que se valieron las grandes potencias; las Guerras del Opio y las consecuentes firmas de acuerdos desiguales para la apertura comercial de los puertos en China beneficiando a las empresas y navíos británicos, lo propio fue realizado por Estados Unidos en Asia Pacífico con su llamada “Política de las Puertas Abiertas” frente a Japón y China.

Al término de la primera Guerra Mundial Wilson propuso la libertad de los mares y del libre comercio, que no eran condiciones que consagraran la paz, sino la oportunidad de fincar el peso del capitalismo y comercio internacional encabezado por Estados Unidos e Inglaterra. Finalizada la Segunda Guerra Mundial, las condiciones económicas fueron tan difíciles que Estados Unidos tomo en cuenta cómo en el periodo entre guerras la falta de financiamiento a la adquisición de productos estadounidense los llevo a una crisis especulativa por sobreproducción. Era claro que las naciones deudoras tenían que utilizar los créditos para desarrollar un mercado interno con cadenas productivas y asociarse regionalmente, llegando a un punto en que son competencia en la economía internacional. Alemania logró recomponer su economía y ser una potencia exportadora porque se enfocó a reactivar industrias clave como la farmacéutica, automotriz, la innovación tecnológica, etc. que en un sentido más preciso no permitió que el Plan Marshall resultara en la instauración de estructuras de dependencia a favor de Washington.

Previniendo que las naciones europeas que también tuvieron una etapa de industrialización algún día volvieran a competir en el comercio internacional Estados Unidos articula un sistema financiero y comercial mundial desde el seno de Naciones Unidas, estas instituciones surgidas en Bretton Woods fortalecieron la economía, inversiones y comercio de Estados Unidos al poner como moneda clave de créditos, cotizaciones y comercio al dólar. Sencillamente el comercio internacional estaba estructurado para beneficiar a los países socios y desarrollados que ya practicaban un ventajoso comercio internacional.

En el comercio internacional no compiten empresas contra empresas, las naciones pobres o en vías de desarrollo no han comprendido que las grandes empresas transnacionales no son un conglomerado de acciones; son producto de una visión en la que los países desarrollados apoyan con política, recursos, infraestructura, administración y diplomacia a sus corporaciones en el comercio internacional. Finalmente en esta fórmula Empresa-Gobierno-País frente a microempresa de país subdesarrollado el resultado es que no hay un desarrollo simétrico en el comercio internacional.



                                                                             

miércoles, 20 de julio de 2011

PANORAMA ECONÓMICO INTERNACIONAL PARA EL SEGUNDO SEMESTRE DEL 2011.

Mtro. Omar Rodrigo García Arias.

La calificadora Moody´s degradó a Irlanda al nivel de bono “basura” (pasó de Baa3 a Ba1 este 12 de julio), cabe recordar que a Portugal también le había catalogado de modo similar a comienzos del mes. Moody´s consideró que al Fondo Monetario Internacional (FMI) le sería exigido un papel más activo, junto con la Unión Europea, de modo que el camino de Irlanda es el trazado por los pasos de Grecia, que desde 2008 no logra salir de su crisis.

Por supuesto que las alertas suenan en la eurozona, y es serio el asunto para esta segunda mitad de año, Italia se ve amenazado por lo cual tendrá que dar prisa a su plan de ajuste para procurar la disminución de su deuda pública y crecer por lo menos en 1% al cierre de este 2011.

Del otro lado del Atlántico, las cosas en Estados Unidos no están alentadoras, ni para los mercados financieros internacionales; las cuestiones que se debaten en Washington son de interés mundial, resulta difícil generar acuerdos entre Barack Obama y el Congreso sobre el techo de la deuda estadounidense, que desde el 2000 se ha elevado increíblemente año con año. El escenario más factible es que el límite máximo legal de la deuda estadounidense sea ampliado para evitar que este país se declare en default e incumpla sus obligaciones, lo cual desencadenaría turbulencias financieras sin precedentes.

En Estados Unidos no se crean los empleos que necesita y en parte son resultado de los altos precios de West Texas International y de las demás mezclas de crudo, el barril se ubica en promedio 97.4 dólares y el invierno lo incrementará paulatinamente a su tiempo, y la producción industrial tendrá ritmos bajos de crecimiento. El déficit de Estados Unidos con la zona euro se elevó de 6 mil 970 millones a 7 mil 590 millones de dólares en mayo pasado. En tanto con Canadá y México los déficits han crecido en 15%.

Estamos por ver un dólar débil, pero la conjunción con la crisis europea en el mercado financiero internacional estará apuntalando a los Estados Unidos en el corto y mediano plazo. Se entiende esto porque el factor miedo retorna capitales en esa  búsqueda de refugios y los bonos del tesoro estadounidense y el dólar se posicionan tanto como el oro. Un argumento para lo anterior es que Mooddy´s no deja de calificar a Estados Unidos como “Aaa” y que el oro cierra alrededor de los mil 583.60 dólares por onza.

Las recomendaciones son de cautela para todas las economías emergentes, fortalecer las finanzas y evitar las deudas. México seguirá acumulando en sus reservas internacionales, lo cual es mesurado, frente a una inestabilidad que podría detonarse a finales de año. Sin duda, Largarde, la nueva flamante gerente del FMI, tendrá un cierre de 2011 muy agitado en Europa.


                                                               

lunes, 4 de julio de 2011

“EL ENEMIGO ESTA ENTRE LOS CIVILES, O CIUDAD JUÁREZ ENTRE FUEGO CRUZADO”

MTRO. OMAR RODRIGO GARCIA ARIAS.
La circunstancias en Ciudad Juárez, Chihuahua, corresponden a un problema  añejo: se dejó avanzar la descomposición social por varias décadas; se comenzó por ocultar una zona de pobreza y marginación, de apadrinar el predominio de maquilas extranjeras inmersas en dudosa reputación legal y económica en detrimento de la economía y seguridad de las y los trabajadores juarenses, la inatención en la porosidad de la frontera norte que ha venido permitiendo tráfico de armas, drogas, personas, etc. indican que: no se podían esperar consecuencias positivas de ese abandono del Estado. El reflejo efecto es el narcotráfico y crimen, pero el problema es más amplio hablamos de descomposición social que es reproducida por la impunidad y corrupción en los niveles de gobierno federal, estatal y municipal sino ¿Cómo explicamos este grado de violencia, sino con la irresponsabilidad  los tres niveles de gobierno?
 El gobierno de Calderón comete el error de creer que con el ejército en las calles juarenses se resolverá el problema. La visión que predomina sobre un problema de seguridad pública, es que su nivel de amenaza amerita que el ejército intervenga como si fuera asunto exclusivo de seguridad nacional, lo que ha colocado a la sociedad juarense entre la violencia del crimen organizado y el ejército. El clima de terror en Ciudad Juárez tiene dos fuentes principales la estatal y la del narcotráfico.
 Sin duda, aislar a la población es la peor estrategia, la sociedad organizada en sus comunidades, en las escuelas, en las calles es la respuesta más efectiva, puesto que toda institución, y legitimidad parten de un constructo social. La contribución de los juarenses no sólo es para fortalecer los valores de solidaridad y resistencia cuidándose de los dos flancos, es mucho más amplia ellos  aportan propuestas desde su conocimiento directo, lamentablemente ¿quién  escucha a los juarenses? Sólo en momentos de catástrofe hay una aproximación pírrica de los niveles de gobierno. No fuera Hilary Clinton y su comitiva estadounidense los que tienen la voz para tratar lo de Ciudad Juárez porque como se demostró, los más altos rangos de gobierno y milicia mexicana los, reciben para atender sus órdenes similar a cuando un gerente corporativo llega a ver como esta su empresa filial en otro país.
Escuchar a los juarenses es primordial, pero primero se les debe de brindar confianza en las instituciones, ese problema es neurálgico. Como una raíz está la honestidad, capacidad y acercamiento de las instituciones, de seguridad, de salud, educación, de economía y trabajo hacia los juarenses. El “Plan Juárez” está rebasado en fondos y acciones, ya que no es con crear unilateralmente infraestructura o asistencialismo como se reconstruirá el tejido social y aclarará este panorama.
Por otra parte, es cierto que es un problema binacional, pero la pregunta no es ¿hasta dónde debe Estados Unidos dictar las políticas en resolver el problema de Ciudad Juárez? No, por mucho que el ex embajador de Estados Unidos en México, Carlos E. Pascual, haya sido un especialista en reconstrucción nacional de estados fallidos, y a pesar de los acontecimientos con el consulado estadounidense en Ciudad Juárez el gobierno se subordine a la asesoría del representante de Washington en México. La competencia estadounidense en el asunto se debe ubicar en el norte del Rio Bravo, y es que el producto final y motor de la violencia del narcotráfico en todo México está de ese lado de la frontera: ¿Qué hace Washington para frenar el tráfico de  armas y reducir el  volumen de consumidores? No podemos esperar mucho cuando un gran porcentaje de la economía estadounidense parte de los nexos con el armamentismo, la economía de la munición o de la muerte y además una sociedad estadounidense que requiere naturalmente de su abasto de drogas al grado de ser garantía de su estabilidad social.
 Los republicanos estadounidenses  y participes de la economía de guerra estadounidense, están apuntalando el contexto de Ciudad Juárez, para una mayor intervención política y militar en México a través de la Iniciativa Mérida (para que la sintamos mexicana) a beneficio de las corporaciones militares estadounidenses. Lo que finalmente sucede es que con la Iniciativa Mérida, las propuestas del PRI y PAN de la nueva Ley de Seguridad Nacional lo que se pretende es legalizar la militarización de la seguridad pública, eje de la agenda de Estados Unidos en México, centrada en el anexionismo castrense, que nos muta en protectorado al cancelar la función de defensa nacional a favor de su Comando Norte, capacitación y capacidades técnicas del equipamiento militar con estándares estadounidenses.
 Ahora entendemos que es todo México el que está ente el fuego cruzado por la violencia del crimen organizado (desde el círculo político corrupto) o desorganizado; además la violencia del Estado mexicano, no sólo por la fuerza del ejército y las leyes para la criminalización de la lucha social (ahora se habla hasta de la “criminalización de la juventud”), sino que incluye la violencia emanada de la desatención estatal a las demandas sociales de educación, salud, techo, trabajo y alimento (en parte cualidades negativas de un Estado neoliberal); la violencia de la clase política corrupta a beneficio del capital de los pudientes y extranjeros; pero ahora también las ráfagas provienen de los intereses militares, políticos, energéticos y económicos estadounidenses encumbrados por un ASPAN (Asociación para la Seguridad y  Prosperidad de América del Norte).  De seguir así México será un Gran Ciudad Juárez.
(Conferencia del autor en marzo del 2010, actualizado julio 2011)